Llegamos a Villa la Angostura y nos alojamos en el Hostel La Angostura; nos encantó el lugar y su gente! Muy buena onda! Sus habitaciones con nombre propio hicieron que "estuviéramos" en Ushuaia ó disfrutar de "la Diego", la número 10, obvio.
Además paseando por el pueblo nos reencontramos con David y Natalia, que acabarían alojándose también allí, y ahí empezamos a compartir unos días de viaje.
Así, al día siguiente nos fuímos a patear una ruta de 12km ida y vuelta hacia un bosque de Arrayanes
que estuvo bien, bien largo; lagos, buenas vistas y un cansancio que tuvo su recompensa en un risotto de setas que nos brindó el chef David. Como no tuvimos bastante, al día siguiente nueva ruta hasta unos de los ríos más cortos del mundo, El Correntoso ( 300 metros).
y luego hasta la Laguna Última Esperanza, espectacular, de aires selváticos y con el agua más fría en la que nos hemos bañado en nuestra vida; parece que la sensación de quemazón todavía la sentimos...
Por la noche nuevamente cenote y disfrutando en el hostel; vinito, billar (gran victoria combinado español sobre el argentino) y ¡sorpresón! nos encontramos con Aldo y Marita, los dueños del hospedaje de Junín!! Tuvieron que hacer noche en su furgoneta al no haber sitio en el hostel así que les dejamos nuestros sacos de dormir y alargamos la noche riendo entre cervezas.
David, Aldo, Marita y abajo, Natalia
Hora de partir, Natalia y David deciden ir hacia Chile con nosotros así que Puerto Varas nos espera...
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