Atravesar la frontera por el paso Cardenal samoré fue un coñazo. Si bien el paisaje es tremendo, la cantidad de vehículos que pasan por aquí hicieron que la cosa se alargara interminablemente. Control aquí, pruebas de control allá, colas de autobuses... es lo que tiene.
Puerto Varas
Por fin llegamos a Puerto Varas y nos alojamos en el hostal-casa Mawenco, caro respecto hasta ahora (pero simple y de muy buen gusto, eso sí), parece ser que esta comuna chilena está en una zona netamente turística; situada a orillas del lago Llanquihue y con privilegiadas vistas al volcán Osorno tienen culpa de ello.
Lago Llanquihue y volcán Osorno
Salimos a pasear y preguntando en información nos dicen: " son las primeras prosit fest de Puerto Varas" es decir, fiesta de la cerveza. La sonrisa no nos cabía en la cara así que fuímos a degustar tan rica gastronomía y cerveza artesanal alemana. Puerto Varas hace honor así a sus más de 150 años de colonización alemana, además de celebrar un oktoberfest y mostrar en su ruta turística urbana varias casas de la época, que son monumentos nacionales.
Casa kuschel, 1915
Con una noche tuvimos suficiente para decidir irnos hacia nuestro ansiado siguiente destino, la isla de Chiloé.
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