11 de Enero 2010
Cruzamos la frontera y llegamos a Chile Chico. Decidimos hacer un tramo de la carretera Austral hacia el norte en lugar de la Ruta 40 argentina, ya que es mucho más bonita. Rodea el Lago Buenos Aires (del lado Argentino) y el lago General Carreras (lado chileno), que en realidad es el mismo lago pero por ser compartido por estos dos países...pues nombres diferentes, claro.
Es el segundo lago más grande de Sudamérica y es espectacular.
En Chile chico nos alojamos en casa del conductor del minibus, Jaime, coincidimos con Sameene de Amsterdam y su amigo Omar que nos muestra el pueblo. El lago es super bonito, lástima que el agua esté fría todo el año.
Al día siguiente vimos flamencos chilenos y poco más.
Cruzamos la frontera y llegamos a Chile Chico. Decidimos hacer un tramo de la carretera Austral hacia el norte en lugar de la Ruta 40 argentina, ya que es mucho más bonita. Rodea el Lago Buenos Aires (del lado Argentino) y el lago General Carreras (lado chileno), que en realidad es el mismo lago pero por ser compartido por estos dos países...pues nombres diferentes, claro.
Es el segundo lago más grande de Sudamérica y es espectacular.
En Chile chico nos alojamos en casa del conductor del minibus, Jaime, coincidimos con Sameene de Amsterdam y su amigo Omar que nos muestra el pueblo. El lago es super bonito, lástima que el agua esté fría todo el año.
Al día siguiente vimos flamencos chilenos y poco más.
Partimos hacia la carretera austral y pasamos por Puerto Guadal y Puerto Río tranquilo, ambos a orillas del lago y donde acampamos. Lugares pequeños, tranquilos y sin gente. Muy recomendables. Entre estos pueblos un chófer muy enrollado paró en un lugar de la carretera donde nos enseñó unas pinturas rupestres en la montaña.
Sin ser algo espectacular, nos gustó mucho...pensar que los tehuelches, antiguos nómadas del lugar, se movían por estas frías montañas sin recursos, dejando señales para los que vinieran detrás (buen lugar para cazar, dormir...) es admirable. En Puerto Río tranquilo visitamos las Cuevas de mármol,
unas formaciones de este material que surgen del lago de formas y color únicas, que según una lugareña: "cuando ves cosas así te das cuenta de que Dios existe, alguien tuvo que formar eso..." Fue una excursión bonita y movida por el viento. La barca iba dando botes, lo que nos produjo una risa nerviosa de esas en las que te ríes mucho pero lo pasas un poco mal. Dolor de culo.
Seguimos la ruta y llegamos a Coyhaique, capital de la región de Aysen, lugar grande y sin nada de especial donde pasamos dos días (con cama!) antes de continuar a Puyuhuapi.
Coyhaique
